Desde la Parroquia Cristo Obrero, en el Barrio Mugica de Buenos Aires, el 24 de junio se presentó el Documento «Drogas y Adicciones: un obstáculo para el Desarrollo Humano Integral. LA OTRA PANDEMIA”.
El evento, transmitido por redes sociales, se inició con un momento de oración a cargo del padre Guillermo “Willy” Torre, invocando a la Virgen de Luján y encendiendo velas ante la reliquia del padre Carlos Mugica, cuyos restos descansan en esa parroquia. Y, en el marco de la 1ª Asamblea Eclesial del CELAM, compartió un breve video su Secretario General, monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, Argentina, quién siguió el evento en vivo por You Tube.
Entre otros conceptos, monseñor Lozano expresó: “Quiero sumarme a esta iniciativa para dar aliento a esta Jornada en la que adherimos al día mundial de concientización y lucha contra el tráfico ilegal de drogas y contra su consumo, lamentablemente, cada vez más creciente. Estamos ante una situación que reclama en Argentina y en todo el continente una predisposición de parte de la Iglesia a poder servir, acompañar y estar”
A continuación, se compartió un video documental sobre el impacto de la droga, sobre todo en las comunidades más vulnerables.
¿Cómo impacta en la vida de las personas en situación de exclusión? Hay tres claves para responder a este interrogante son: los lugares de residencia, la relación con la justicia y la salud.
Con el objetivo de conocer más sobre esta realidad el Hogar de Cristo, realizó un estudio entre más de 300 personas en 21 de sus centros barriales, con esta composición demográfica: 80% de 18 a 39 años – 18% de 40 a 49 años – 02% de 50 años o más – 25% mujeres – 72% varones – 03% personas trans.
El 20% de las personas entrevistadas se encontraba en condiciones habitacionales precarias antes de consumir y una vez en consumo esta cifra subió al 47%. Casi la mitad (40%) de los que empezaron a consumir terminaron viviendo en la calle o en un parador.
Antes de consumir el 50% ya había tenido problemas con la ley, pero iniciado el consumo esta cifra asciende al 80%. Más de la mitad llegó a perder la libertad, y solo una tercera parte (1/3) contó con el apoyo al momento de salir de la cárcel.
El consumo duplica y hasta triplica la presencia de enfermedades como el HIV y la tuberculosis (TBC), además las lesiones crecen un 140% y los traumatismos o amputaciones un 160%.
Esto permite entender la complejidad de la vida cotidiana de quienes atraviesan el problema del consumo en contextos de exclusión y la necesidad una atención especialmente adaptada. Ante esta realidad, las distintas comunidades, los Centros Barriales de Cáritas y los dispositivos específicos de los Hogares de Cristo se van multiplicando nacen como respuesta a una necesidad concreta y buscan poner siempre como eje a la persona y sus cualidades para que pueda ponerse de pie.
El consumo profundiza la marginalidad y muestra un rostro más agudo de la exclusión. Abrazar la vida entera y acompañar en comunidad devuelve la esperanza.
El documento
La presentación se realizó en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas establecido por la Organización de las Naciones Unidas en 1987 para los 26 de junio de cada año.
Su lectura de documento estuvo a cargo de: Beatriz Ballario, responsable del área Abordaje Pastoral y Comunitario de las Adicciones de Cáritas Argentina; Padre Guillermo “Willy” Torre, párroco de Cristo Obrero, Barrio Mugica, CABA; María Elena Acosta, referente nacional de Hogares de Cristo; Romina Santomingo, acompañante Hogar Madre de Lourdes, Familia Grande Hogares de Cristo; y el padre José María “Pepe” Di Paola, coordinador de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia y presidente de la Federación de Hogares de Cristo.
El documento plantea la dolorosa realidad que se vive en los barrios populares, que se ha vuelto más compleja en el contexto de las medidas de aislamiento y distanciamiento social por la pandemia. Destaca la insuficiente y muy parciales respuestas del estado y la sociedad ante esta situación y culmina con un llamado a asumir un compromiso entre todos los actores pidiendo que en cada barrio popular de nuestra América se puedan vivir “las 3 C”: Capilla, Club y Colegio creando redes con capacidad para “recibir la vida como viene”.
Leer el documento completo [ aquí ]