Nuestro planeta es un regalo de Dios, pero sabemos también que vivimos la urgencia de actuar frente a una crisis socioambiental sin precedentes. Necesitamos una conversión ecológica para responder adecuadamente.
Alentamos el cuidado de la casa común y el desarrollo de una economía que esté al servicio del ser humano, promoviendo modos de trabajo digno que favorezcan la construcción de un mundo más sostenible e inclusivo. Llevamos adelante proyectos participativos que favorezcan el desarrollo integral de las personas, las familias y los grupos sociales que los llevan adelante.