En diciembre se inaugurarán nuevas viviendas edificadas por las propias familias a través del programa de autoconstrucción asistida de Cáritas.
Cáritas Argentina, a través de distintos convenios suscriptos con el Estado Nacional, hizo posible que muchas familias de bajos recursos pudieran acceder a una vivienda propia. Esto se logró a través del programa de “autoconstrucción asistida y participativa por esfuerzo propio y ayuda mutua”, en el cual los constructores son los integrantes de las familias que accederán a las viviendas.
Para llevar adelante esta tarea, se les brinda acompañamiento técnico y reciben capacitación profesional en los oficios necesarios (albañilería, instalaciones sanitarias, colocación de revestimientos, etc.). Los integrantes del programa no sólo construyen su propia vivienda, sino que también ayudan a sus vecinos a construir sus casas.
Se trata de una propuesta integral porque, además de solucionar el problema habitacional, la capacitación en oficios abre oportunidades para una salida laboral y el trabajo compartido con los vecinos crea lazos solidarios y facilita las posibilidades de realizar emprendimientos comunitarios en el futuro.
Nuevos hogares para pasar la Navidad en familia
Desde los primeros convenios firmados con el Estado Nacional hasta el presente, Cáritas acompañó a 5300 familias que han podido cumplir el sueño de una casa propia, construida con su trabajo. Ahora, en el mes de diciembre se sumarán las inauguraciones de dos conjuntos habitacionales.
El 20 de diciembre, en la localidad de Lincoln, provincia de Buenos Aires, Cáritas Nueve de Julio inaugurará 25 nuevos hogares. Se trata de un conjunto de viviendas edificadas en seco, a través del sistema llamado Steel Framing, que permite una construcción más rápida, sin resignar solidez.
Un par de días después, el 22 de diciembre, en Justiniano Posse, Provincia de Córdoba, Cáritas Villa María inaugurará otras 30 viviendas. En este caso, se trata de casas edificadas con ladrillos y techo de losa, que suponen mayor esfuerzo y tiempo de construcción.
Es interesante destacar que, en general, un alto porcentaje de los constructores son madres y jefas de hogar, que están solas o construyen al tiempo que el marido está trabajando para el sostén de la familia. Por tal motivo, es común también escuchar a los hijos hablar con orgullo de su mamá, destacando que ella fue “la que construyó nuestra casa”.
Este esfuerzo compartido hace que los participantes valoren enormemente lo que consiguen con su trabajo, animados también por la certeza de saber que están construyendo un hogar para sus hijos y sus nietos.
Bajo el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga se busca crear mayor conciencia y sumar firmas para la realización de acciones concretas.
En septiembre comenzó su marcha por el país la peregrinación que Cáritas Argentina y la Familia Grande Hogar de Cristo, junto a la Unión de Clubes Parroquiales, animan bajo el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga.
La peregrinación, presidida por una imagen de la Virgen de Luján, tiene previsto unir los Centros Barriales que las organizaciones sostienen en todo el país, con el objetivo de visibilizar el problema de las adicciones, promover la prevención e impulsar políticas nacionales que ayuden a brindar respuestas efectivas a este flagelo.
El recorrido se realiza en un micro destinado a tal fin y sus ocupantes, mayoritariamente jóvenes de los mismos Hogares de Cristo, se van relevando en las distintas paradas. De este modo, en sus casi tres meses de marcha, el micro transportó a unos 400 peregrinos en un recorrido que ya superó los 4000 km.
Algunos datos para dimensionar esta misión
∗ La peregrinación visitó 42 ciudades y pueblos de 13 provincias: Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Misiones, Chaco, Formosa, Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba, La Rioja y San Juan.
∗ La Virgen de Luján visitó escuelas, barrios, cárceles (de mujeres, hombres y menores), clubes, comunidades aborígenes, hospitales, radios, centros barriales, granjas, un hogar de abuelos, universidades, parques nacionales, actividades con jóvenes de Cáritas y distintas pastorales, noche de la caridad. También participó en procesiones por barrios populares y por calles peatonales.
∗ El recorrido pasó cerca de las fronteras de Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. La caravana, en muchos tramos, fue acompañada por vecinos en motos, en colectivos y a caballo. También se sumaban como escoltas unidades de bomberos y de policías.
∗ En distintas provincias y municipios la peregrinación fue declarada de interés cultural. En la «Casa Histórica de Tucumán» se realizó un acto de la declaración de la Independencia de drogas con las autoridades locales. Y en La Rioja, frente a la tumba de Angelelli, se leyó la declaración Derechos Humanos a vivir en un país libre de drogas.
∗ Se detuvieron a rezar en 12 santuarios: Luján (Buenos Aires), Guadalupe (Santa Fe), Itatí (Corrientes), Santa María de Iguazú (Misiones), Guadalupe (Jujuy), Señor y Señora del Milagro (Salta), Virgen del Valle (Catamarca), Angelelli (La Rioja) Señor de los Milagros de Mailín y Nuestra Señora de Sumampa (Santiago del Estero).
∗ Con el paso de la peregrinación se inauguraron dos Centro Barriales y una granja.
∗ Los peregrinos, que duermen en hogares, parroquias, casas de retiros, universidades, seminarios, hasta en un viejo hospital, están felices de poder llevar su testimonio por todo el país. En su interacción con los habitantes y vecinos ya entregaron más de 50.000 estampitas de la Virgen.
#NiUnPibeMenosPorLaDroga
Además de visibilizar el problema de la droga, la peregrinación quiere promover una mayor conciencia y, como gesto concreto, invita a sumar firmas con el fin de impulsar acciones puntuales como:
– Elaboración de políticas públicas que atiendan a todas las personas que están en consumo en sus propios barrios.
– Una ley que contemple la publicación de números y estadísticas que nos puedan brindar un estado de situación de las adicciones en la Argentina, un mapa de la droga en nuestro país.
– Un registro de personas que se encuentran en situación de calle, en situación de adicción y privados de su libertad por cuestiones relacionadas al consumo.
– Decir no a la despenalización del consumo, pero al mismo tiempo no criminalizar a quienes padecen adicciones.
– Un plan para que todos los medios de comunicación, estatales, privados y comunitarios, publiquen diariamente noticias relacionadas con este problema que afecta a todas las familias de la Argentina directa o indirectamente.
Si estás de acuerdo, podés colaborar simplemente dejando tu firma: clic aquí
En esta jornada de reflexión sobre la injusta realidad de la pobreza, Cáritas Argentina llamó a asumir el problema con responsabilidad y a dar respuesta a las urgencias de tantos hermanos y hermanas que sufren.
Bajo el lema “Jesucristo se hizo pobre por ustedes”, el 13 de noviembre la Iglesia en todo el mundo llevó adelante la VI Jornada Mundial de los Pobres. El documento que nos ofrece el Papa Francisco en esta oportunidad lleva por título una frase del apóstol San Pablo, dirigida a los primeros cristianos de Corinto (2 Co 8,9), para dar fundamento a su compromiso solidario con los hermanos necesitados.
La Jornada Mundial de los Pobres, afirma el Papa “se presenta también este año como una sana provocación para ayudarnos a reflexionar sobre nuestro estilo de vida y sobre tantas pobrezas del momento presente”.
Francisco explica que la solidaridad consiste en “compartir lo poco que tenemos con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra”. Por eso, destaca más adelante, “no se trata de tener un comportamiento asistencialista hacia los pobres, como suele suceder; es necesario, en cambio, hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario. No es el activismo lo que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano”.
Y agrega que “es urgente encontrar nuevos caminos que puedan ir más allá del marco de aquellas políticas sociales «concebidas como una política hacia los pobres pero nunca con los pobres, nunca de los pobres y mucho menos inserta en un proyecto que reunifique a los pueblos» (Carta enc. Fratelli tutti, 169). En cambio, es necesario tender a asumir la actitud del Apóstol que podía escribir a los corintios: «No se trata de que ustedes sufran necesidad para que otros vivan en la abundancia, sino de que haya igualdad» (2 Co 8,13)”.
Tenemos un compromiso con los más pobres
La realidad de la pobreza en nuestro país es el resultado de una triste sucesión de desaciertos y negligencias en la implementación de políticas gubernamentales, económicas, sociales y sanitarias que, desde hace más de una década, han colocado a gran parte de la población a subsistir bajo la línea de pobreza. Estamos hablando de un problema estructural, que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo, colocando en altísimo riesgo tanto a la actual como a futuras generaciones.
Con esta Jornada, el Papa nos pide fijar la mirada en las personas y no solamente en las estadísticas (aunque los números por sí solos deberían escandalizarnos y conmovernos). Al pensar y hablar de pobreza hay que poner el foco en la vida; en la vida de cientos de miles de personas que tienen historias y sueños, afectos y familia, nombre y apellido, que viven y anhelan como cada uno de nosotros. Pensar una realidad ante la cual nadie puede permanecer indiferente y nos exige deponer intereses particulares y mezquindades.
En esta Jornada Mundial de los Pobres, desde Cáritas Argentina hacemos un llamado a todos los actores sociales a asumir responsablemente el problema y adoptar las decisiones necesarias para dar respuesta a las urgencias de tantos hermanos y hermanas nuestros.
El Papa nos recuerda que “frente a los pobres no se hace retórica, sino que se ponen manos a la obra y se practica la fe involucrándose directamente, sin delegar en nadie”. La pobreza debería ser hoy una de las cuestiones prioritarias e impostergables en la agenda social y política de quienes tienen responsabilidades en la vida de nuestro país.
Hacemos un llamado a transitar nuevos caminos que puedan ir, como dice Francisco, más allá de ciertas medidas “concebidas como una política hacia los pobres, pero nunca con los pobres”. Ellas y ellos necesitan de toda la sociedad, pero tienen también mucho para aportar al conjunto “en un proyecto que reunifique a nuestra sociedad”.
Unidad social y pobreza son dos dimensiones que no se deben separar. Porque la pobreza genera exclusión, marginación, deja personas afuera, desintegrando de hecho y de derecho el tejido social. La exclusión cercena posibilidades de participar y aportar al bien común. No puede haber unidad cuando hay exclusión.
Por eso, el Papa define a la solidaridad como “compartir” aclarando que “no se trata de un comportamiento asistencialista sino de hacer “un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario”. Este es, en definitiva, el camino para crecer como comunidad en amistad social.
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