Con mucho pesar y la firme esperanza que nos anuncia la Pascua que estamos celebrando, desde Cáritas Argentina nos unimos en oración con toda la Iglesia por el eterno descanso de nuestro querido papa Francisco.
Con su palabra y testimonio de vida, Francisco nos ha enseñado a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y compromiso, especialmente en favor de los más pobres y los más postergados. De su enorme legado que ilumina nuestra misión, podemos evocar estas ideas que dirigió a la Cáritas italiana hace algunos años: “queridos amigos, recuerden por favor estos tres caminos y síganlos con alegría: empezar por los últimos, mantener el estilo del Evangelio, desarrollar la creatividad. Es hermoso ensanchar los senderos de la caridad, manteniendo siempre la mirada fija en los últimos de todos los tiempos. Ampliar la mirada, sí, pero partiendo de los ojos del pobre que tengo delante. Ahí es donde se aprende” (ver mensaje).
En ese sentido, Mons. Gustavo Carrara, arzobispo de La Plata y presidente de Cáritas Argentina afirmó que “el Papa Francisco es un profeta de la dignidad humana porque al mensaje de amor de un Dios que nos salva le sigue ese mensaje de la dignidad de cada ser humano, especialmente de los más frágiles y de los más pobres”. También destacó que “ha tenido innumerables gestos a lo largo de toda su vida sacerdotal, que se han puesto de manifiesto también a toda la humanidad en este tiempo de su pontificado de estos 12 años. Muchos gestos y palabras muy contundentes en la defensa de la dignidad de los seres humanos”.
Damos gracias al Señor por este regalo de su vida y su magisterio, que nos inspiran a renovar nuestro compromiso de servicio en favor de una sociedad más justa e inclusiva. Invitamos a todas las comunidades de Cáritas Argentina a unirnos en oración, con la certeza de que su ministerio dejará una huella fecunda en el corazón de nuestro pueblo.
Le pedimos a María de Luján, patrona de Argentina y de nuestra Cáritas que lo reciba en su corazón de Madre.