Se logró mejorar la calidad nutricional de los alimentos, fomentando el mayor consumo de frutas y verduras, alimentos secos, cereales, legumbres y derivados, y otros productos frescos (carnes, lácteos, huevos y derivados). Esto también fue posible gracias al fortalecimiento de las condiciones de estiba y equipamiento para la conservación y cocción de los alimentos.